Soluciones para la acción climática: Oportunidades desde la forestería basada en derechos y la gestión territorial
09 de octubre de 2019
-     English     Español   
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional entregadas por los países signatarios del Acuerdo de París son importantes porque establecen los compromisos que convierten las aspiraciones y las promesas genéricas en planes concretos de acción. Desde sus premisas básicas, las NDC deben articular claramente acciones específicas que los gobiernos del mundo tomarán de cara a la creciente crisis climática. Lo que dispongan debe ser ambicioso, es decir, debe cambiar la trayectoria del desarrollo para el futuro. Al mismo tiempo, las acciones que propongan deben ser alcanzables, y su implementación no puede ocurrir a costa de los derechos de los más vulnerables.
Dado el potencial para obtener ganancias tempranas y rentables, las “soluciones climáticas naturales” en el sector de la tierra están recibiendo cada vez más atención como prioridad en las inversiones. Experiencias desde la región mesoamericana, donde los gobiernos han reconocido los derechos de muchos pueblos indígenas y comunidades locales sobre sus territorios, aportan lecciones valiosas para que los gobiernos diseñen inversiones que mantengan en pie los bosques y almacenen carbono, a modo de producir múltiples beneficios y de aumentar la resiliencia local de cara al cambio climático. Numerosos paisajes comunitarios forestales en México y concesiones comunitarias en la Reserva de Biosfera Maya en Guatemala, así como varios territorios indígenas en Costa Rica y Panamá, sobresalen como modelos globales. En estos sitios, los derechos reconocidos de los PICL, combinados con inversión continua en la gestión y las empresas de recursos naturales de base comunitaria, están demostrando al mundo cómo podría lucir un futuro basado en derechos y bajo en emisiones. Se trata de soluciones a la crisis climática a la vista de todos.
Desafortunadamente, en lugar de constituir su pieza medular, estos logros son prácticamente invisibles en los planes de las NDC mesoamericanas. Como este informe ha mostrado, la mayoría de los países de la región mesoamericana prestan una atención desproporcionada al sector de energías. Si bien el abandono de los combustibles fósiles debe ser claramente un foco de atención de las políticas climáticas de la región, es también cierto que más de un tercio de las emisiones de GEI producidas por los países mesoamericanos provienen del sector de la tierra y de los bosques.