Mapeo de actores de cambio climático: Altiplano suroccidental de Guatemala
26 de octubre de 2021
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Se identificaron dos perspectivas de trabajo que potencialmente pueden ser complementarias entre sí. Una de estas se refiere al conjunto de acciones que contribuyen a la adaptación y resiliencia ante los efectos del cambio climático. En este conjunto están incluidas acciones de envergadura y escala distinta que buscan mejorar y gestionar condiciones medio ambientales y productivas locales: fortalecimiento de sistemas agrícolas comunitarios, reforestación y restauración de bosques, cuidado y gestión de los recursos hídricos, micro alternativas productivas, promoción de la participación de mujeres y de su capacidad (re)productiva, formación y asesoría técnica y administrativa en distintos niveles, iniciativas de seguridad alimentaria y nutricional, financiamiento para actividades productivas. En este conjunto de acciones se involucran los múltiples actores: comunitarios, gobiernos locales (ancestrales y estatales), organismos de acompañamiento, ONG de cooperación, académicos.
La otra perspectiva de acción es la que busca transformar relaciones y condiciones que hacen al territorio muy vulnerable ante los impactos del cambio climático. Aquí se incluye desde la formación de circuitos comerciales a escala regional, las redes de finanzas rurales, las nuevas modalidades de movilidad humana (remesas/migración hacia Estados Unidos), hasta la defensa del territorio y de los derechos colectivos, la formación política del liderazgo social y las propuestas legislativas (por ej. Ley de Agua, derecho a la consulta informada) y de reforma estatal. Esta perspectiva de acción se desarrolla a través de redes estructuradas con distintos niveles e independencia respecto a la agenda de cambio climático y desarrollo sostenible de los organismos de cooperación internacional.
Existe un tejido asociativo muy diverso y vibrante en las escalas comunitaria y municipal que se expresa en los sistemas de gobierno comunal, las asociaciones de desarrollo e incluso en instancias ligadas a las estructuras estatales como los consejos de desarrollo. A través de este tejido asociativo participa la población directamente afectada por los impactos del cambio climático, pero, si bien se crean redes e instancias de coordinación, esta diversidad de formas organizativas no está articulada a escala territorial en términos organizativos, ni de formulación de propuestas de política a escala más amplia.
Se han identificado algunos actores que en el territorio han desempeñado un rol “bisagra” entre actores diversos, para la implementación de la agenda climática de los organismos internacionales. Aunque estos actores lanzan algunas iniciativas que se avocan a transformar relaciones y condiciones que hacen al territorio muy vulnerable ante eventos climáticos, económicos (como las industrias extractivas) o sociales (como la precariedad laboral y migratoria), no han desarrollado un rol bisagra en el diseño de una política climática y social a escala nacional y territorial, que transforme y no reproduzca las condiciones de desigualdad que subyacen a la vulnerabilidad y que exacerban las situaciones de riesgo y limitan la capacidad de respuesta. Hay propuestas y planteamientos como la Ley de Agua y las luchas por defensa del territorio y reconocimiento de las autoridades ancestrales a escala nacional, en las cuales algunos de los 30 Mapeo de actores de cambio climático: Altiplano suroccidental de Guatemala actores territoriales han sido parte protagonista, que tendrían un impacto en la problemática relacionada con el cambio climático, sin embargo, no han conseguido cambios a nivel nacional.