Caminos hacia la gobernanza forestal en CA: Lecciones de procesos de reforma de la tenencia forestal en Petén, Gualaco y Guata
25 de abril de 2014
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La estrecha interrelación entre el destino de los ecosistemas de bosque tropical a nivel mundial y los objetivos globales de alivio de la pobreza, mitigación y adaptación al cambio climático, conservación de la biodiversidad y promoción del desarrollo económico y social es cada vez más reconocida. Sin embargo, a pesar de la importancia crítica de alcanzar estos objetivos, la deforestación tropical continúa imparable, e incluso se ha acelerado desde el año 2000, con niveles de deforestación que avanzan a una tasa media de 2,100 km2 por año. Entre 2000 y 2012, casi el 75% de la deforestación tropical se debió a la agricultura comercial, como resultado de un conjunto de políticas que continúan promoviendo la expansión de iniciativas de gran escala en la agricultura, la infraestructura de transporte, energía y minería, a costa de los bosques y las comunidades forestales a lo largo del mundo.
Cada vez hay más evidencias que sugieren que reconocer los derechos comunitarios es una forma efectiva de enfrentarse a estas dinámicas de deforestación, al tiempo que se alcanzan objetivos de desarrollo en los bosques tropicales. El potencial de este enfoque se ha ido haciendo cada vez más claro a medida que se van extrayendo lecciones de una serie de reformas de tenencia forestal desde la década de 1980, cuando inició una tendencia importante de creciente interés hacia el reconocimiento de los derechos comunitarios (RRI, 2012). En los años posteriores a la Cumbre de Río de 1992, más de 50 leyes relacionadas con los derechos fueron aprobadas en todo el mundo, mientras que el reconocimiento de zonas indígenas y comunitarias pasó de un 21% a un 31%. Estos procesos han generado varias experiencias que demuestran que los actores comunitarios son los administradores más efectivos de los bosques, al tiempo que muestran resultados positivos en cuanto a medios de vida. En Latinoamérica, donde ha tenido lugar el grueso de estas reformas, los bosques indígenas y comunitarios han exhibido logros particularmente notables, demostrando una efectividad varias veces mayor que las áreas protegidas para detener la deforestación.