REVALORIZANDO COMUNIDADES Y TERRITORIOS

Inversiones y Dinámicas Territoriales en Centroamérica: Implicaciones para y la construcción de alternativas

01 de febrero de 2012

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Autores: Nelson Cuéllar, Andrew Davis,

Fausto Luna y Oscar Díaz

Las economías centroamericanas se han transformado profundamente durante las últimas décadas. Lejos de ser un proceso agotado, dicha transformación sigue expandiéndose no solo a través de nuevos y emergentes sectores, sino también hacia diversos territorios que en las décadas anteriores jugaron roles complementarios y/o marginales en los principales procesos de acumulación que prevalecieron en Centroamérica hasta las décadas de los años setenta y ochenta del siglo XX. En dicho proceso, la inversión (nacional, regional y transnacional) juega un papel clave en la región, pues se considera que es fundamental como fuente externa de financiamiento en las distintas estrategias de crecimiento y desarrollo.

Las estrategias y políticas de inversión impulsadas por el Estado siguen basándose en patrones de exclusión, despojo y expulsión de grupos y comunidades rurales. Esto se explica por el lugar preponderante que se le asigna a las estrategias y políticas de promoción de inversiones, pues bajo los argumentos de generación de empleos, ingresos, crecimiento económico, progreso y modernización, otros objetivos de política igualmente importantes, como la equidad y sustentabilidad, constituyen severas falencias no en las agendas de atracción y promoción de inversiones. La banca multilateral juega también un rol fundamental en el diseño, financiamiento y apoyo a la implementación de programas, políticas y proyectos de inversión impulsados por los gobiernos centroamericanos.

Centroamérica atraviesa por un replanteamiento de las estrategias de promoción de inversiones, lo cual ha revitalizado un conjunto de intereses por aprovechar el potencial productivo de distintos territorios a lo largo y ancho de la región. Además de esto, existen señales de que Centroamérica ya comienza a ser una región receptora de nuevos flujos de inversión como resultado de la ‗fiebre por la tierra‘, derivada de los acelerados procesos de aumento en la demanda mundial de alimentos y materias primas, entre otros.