REVALORIZANDO COMUNIDADES Y TERRITORIOS

Financiamiento territorial: empoderando las comunidades para acción climática

08 de noviembre de 2021

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Autores: Andrew Davis, Ben Hodgdon,

Manuel Martí y Blas López

Los pueblos indígenas y las comunidades locales de todo el mundo ya son reconocidos como socios clave en la lucha contra el cambio climático. Y aunque históricamente han conservado los bosques, sus territorios están cada vez más presionados por el cambio climático, así como por el mercado, la política y otras presiones que amenazan su supervivencia. Por lo tanto, para salvar los bosques, hacer frente al cambio climático y garantizar la supervivencia a largo plazo de la diversidad cultural y biológica, es fundamental fomentar la resiliencia de las comunidades y las estrategias de adaptación adecuadas.

La forma en que los esfuerzos globales para luchar contra el cambio climático se conecten con estos pueblos indígenas y comunidades locales y les ayuden a adaptarse tendrá un impacto significativo en las perspectivas del mundo para enfrentar este monumental desafío. El reconocimiento de los derechos en muchas partes del mundo se ha producido recientemente, y muchas organizaciones sólo están empezando a reforzar su cohesión y sus capacidades para enfrentarse a las realidades de las crecientes presiones forestales y el cambio climático. Es probable que los retos que esperan a estos procesos se hagan eco de muchos de los que Mesoamérica ha asumido en las últimas décadas, con aciertos y desaciertos. Estas experiencias han permitido comprender mejor lascondiciones propicias para la gobernanza comunitaria de los recursos: cómo mantener una gobernanza comunitaria y unas organizaciones sociales sólidas, cómo garantizar la seguridad de los derechos y el control territorial, cómo adquirir y reproducir las capacidades técnicas y de gestión, y cómo movilizar las empresas sociales y la inversión.

El reconocimiento de estos diferentes retos es evidente en las prioridades de la AMPB, que se centra especialmente en garantizar que las comunidades reciban el apoyo adecuado para hacer frente a los nuevos retos en sus territorios. Se ha puesto un gran énfasis en los retos que surgen tras el reconocimiento de los derechos, y en particular en el «cierre de la brecha» del financiamiento climático. Estas inversiones han supuesto un gran avance a la hora de sentar las bases para un cambio potencialmente fundamental en el financiamiento del clima en la región, y el Fondo Territorial Mesoamericano está preparado para alcanzar la madurez a través de su compromiso con los donantes y los proyectos piloto para 2025.

Todas estas lecciones son importantes no sólo para Mesoamérica, sino para el mundo, ya que se anuncian grandes compromisos e iniciativas para salvar los bosques y combatir el cambio climático. Los casos mencionados muestran las acciones que las comunidades locales están llevando a cabo para luchar contra el cambio climático, aunque muchas siguen luchando por sí mismas con una financiamiento inadecuada o insuficiente que conecta con las acciones y prioridades locales. Los derechos legales son una base fundamental para el éxito, pero las comunidades también necesitan apoyo para desarrollar las capacidades organizativas y técnicas que les permitan soportar las numerosas presiones a las que se enfrentan en la actualidad. Más esfuerzos como el FTM podrían ser fundamentales para ayudar al mundo a movilizar el financiamiento hacia las comunidades que lideran la lucha contra el cambio climático.