¿De los gobiernos hacia la gobernanza? La cooperación forestal alemana en Mesoamérica

En los últimos 30 años, la cooperación internacional ha influenciado significativamente la forma en que los países en desarrollo lidian con problemas como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, temas en los cuales Alemania ha sido un actor con particular influencia. Durante las últimas décadas, el aumento en el reconocimiento del rol de actores no estatales en el tratamiento de problemas ambientales ha conducido los debates sobre cooperación internacional más allá de los gobiernos y hacia la gobernanza, donde se involucran diversas relaciones entre el Estado, el sector privado, organizaciones no-gubernamentales (ONG) y en particular comunidades locales y pueblos indígenas. Mesoamérica se destaca respecto a la gobernanza liderada por comunidades, pues un 65% de sus bosques han sido reconocidos formalmente a pueblos indígenas y comunidades locales; la mayor concentración de modalidad de tenencia colectiva en el mundo. Gran parte de este cambio ha ocurrido en décadas recientes, lo cual ha definido un nuevo esquema de relaciones en las que las comunidades gozan de niveles sustanciales -aunque variables- de autonomía del Estado. Al examinar la interacción entre este movimiento hacia la gobernanza comunitaria y la cooperación forestal, se rescatan lecciones importantes respecto a cómo hacer esta cooperación más efectiva en circunstancias dinámicas, complejas y con múltiples actores, aspectos comunes a lo largo de los trópicos globales.

Con este fin, el presente estudio examina cómo la cooperación alemana ha influido y afectado la evolución de la gobernanza forestal en Mesoamérica, particularmente en relación con los derechos comunitarios e indígenas. A través del tiempo, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica han sido receptores de cooperación forestal alemana de manera consistente y a largo plazo. Este financiamiento se ha enfocado predominantemente en apoyar iniciativas de manejo forestal lideradas por los gobiernos, y generalmente ha rechazado las organizaciones informales. A pesar del reconocimiento a gran escala de bosques comunitarios en Mesoamérica, estimamos que menos del 15% del trabajo de la cooperación alemana se ha enfocado en iniciativas basadas en las comunidades.