Ajuste estructural, crecimiento económico y medio ambiente en El Salvador

La economía salvadoreña ha estado creciendo en la presente década a tasas relativamente elevadas en comparación con la experiencia de los años ochenta. Estos resultados han sido interpretados por el gobierno y por diversos organismos internacionales como una demostración del éxito de las políticas económicas de «ajuste estructural» que se han venido aplicando en los últimos años.

Asimismo, en círculos oficiales relacionados con el medio ambiente, esos resultados económicos también se consideran positivos desde el punto de vista ambiental. El supuesto básico detrás de esta posición es que «el logro de elevadas tasas de crecimiento … incide positivamente en la pobreza y ataca la causa fundamental del problema ambiental en el país».

No hay duda de que la pobreza es un factor de primer orden en la dinámica de degradación ambiental del país, pues empuja a los pobres, sobre todo en el campo, hacia estrategias de sobrevivencia altamente depredadoras de los recursos naturales. En tal sentido, un patrón de crecimiento económico en el que los pobres tuvieran una participación sustancial o que rebalsase significativamente hacia los pobres, podría suponerse que sería beneficioso para el medio ambiente.