El impacto del financiamiento territorial directo en Nairi-Awari, territorio Cabécar de Costa Rica
En el marco del evento “Diálogo sobre el impacto del financiamiento territorial directo a pueblos indígenas y comunidades locales en Mesoamérica” se visitó el territorio de la Asociación de Desarrollo Integral Indígena (ADII) Nairi-Awari, ubicado entre las provincias de Limón y Cartago, Costa Rica.
Nairi-Awari forma parte de la Red Indígena Bribri Cabécar (RIBCA). Sus mujeres y hombres son guardianes de los bosques, quienes han construido sus propios mecanismos de conservación y las reglas para el uso y manejo de los recursos naturales a partir de su cultura y la cosmovisión de su pueblo.
En los alrededores de Nairi-Awari aún hay tierras que les fueron arrebatadas durante la titulación, que esperan recuperar a través de los pagos por servicios ambientales que realizan. Este territorio también colinda con el Parque Nacional Barbilla, con el cual mantienen una buena relación.
Desde 2004 Nairi Awari ingresó al programa nacional de Pago por Servicios Ambientales (PSA) para seguir protegiendo sus bosques a la vez que fortalecían su autonomía. Con los ingresos percibidos han impulsado varios proyectos, orientados al turismo cultural, la soberanía alimentaria y el apoyo a iniciativas de grupos de mujeres y jóvenes.
En Nairi-Awari hay pocas oportunidades de empleo. La comunidad le ha hecho frente a esta limitante con su iniciativa turística y con la producción de alimentos propios. Anteriormente, les tomaba alrededor de 1 día comprar alimentos fuera de la comunidad.
La comunidad tiene varios proyectos a futuro, que desean implementar a partir de financiamiento directo. Entre ellos se encuentra un museo, expandir sus proyectos de turismo y agricultura, y la mejora de caminos sin impactar la biodiversidad. Al ser un territorio remoto y con accesibilidad limitada, Nairi-Awari se ha protegido de la tala, cacería ilegal y la deforestación.
Con más apoyo por parte de la cooperación internacional, alrededor de 8 organizaciones de mujeres que se dedican a la agricultura esperan crear un banco de semillas, adquirir más herramientas y fortalecer sus capacidades.
Durante la visita, las comunidades de este territorio mostraron cómo el financiamiento directo a pueblos indígenas y comunidades locales puede apoyar en el fortalecimiento del tejido social, de la organización indígena y de sus iniciativas locales propias.